dijous, 18 de setembre del 2014

Las actividades en espacios exteriores pueden estar vinculadas al síndrome de exfoliación de los ojos

09/09/2014

Las actividades en espacios exteriores pueden aumentar las probabilidades de que se presente el síndrome de exfoliación (XFS) en los ojos, un trastorno que se ha vinculado a las cataratas y al glaucoma.

El síndrome de exfoliación es un envejecimiento nocivo del ojo asociado a cataratas, hipertensión intraocular y bloqueo de la vena retinianas. Hay indicios de que los factores relacionados con el clima contribuyen a este síndrome. Por ejemplo, australianos aborígenes que pasan mucho tiempo en espacios exteriores tienen una mayor prevalencia del trastorno. Sin embargo, la relación entre la radiación ultravioleta (UV) y el síndrome de exfoliación necesita más evaluación pues en algunos estudios no ha sido constante una correlación.

Los autores analizaron la relación entre la radiación UV y el síndrome de exfoliación en un estudio con participantes clínicos en Estados Unidos (118 casos, 106 pacientes de control) e Israel (67 casos, 72 participantes de control). Los autores analizaron la latitud donde las personas vivían y el número promedio de horas por semana que pasaban en espacios exteriores.

Los lugares donde las personas viven al parecer tienen relación con el síndrome de exfoliación, y cada grado de latitud de residencia promedio de por vida ponderado de se asoció a un incremento de 11% en las probabilidades de presentar el síndrome de exfoliación. Cada hora por semana pasada en espacios exteriores durante el verano, promediada durante el curso de la vida, también se acompañó de un incremento de 4% en las probabilidades de presentación del síndrome de exfoliación. Las posibilidades de síndrome de exfoliación disminuyeron 2% en Estados Unidos, pero no en Israel, por cada 1% de tiempo de verano promedio de por vida durante el día en que se utilizaban gafas para el sol. En Estados Unidos, un antecedente de trabajar sobre la superficie del agua o la nieve también se acompañó de un incremento de las probabilidades de síndrome de exfoliación. Al parecer no existe ninguna relación entre el uso de sombrero de ala y este síndrome.

«Esta investigación proporciona evidencia de que los rayos ultravioleta reflejados contribuyen al síndrome de exfoliación. De ninguna manera excluye otros mecanismos genéticos y ambientales en la patogénesis del XFS. Si se confirma en otros estudios, podría haber motivos para considerar la utilización más general de gafas bloqueadoras de la luz ultravioleta en la prevención del síndrome de exfoliación».

Fuente: Science Daily
Nuevos avances en la investigación en torno al glaucoma han identificado cuatro variantes genéticas vinculadas al riesgo de presentación de la enfermedad, informaron investigadores.
Un equipo de científicos internacionales descubrió que las variantes de ABCA1, que ayudan a reforzar las membranas celulares al regular el colesterol celular y el  metabolismo de los lípidos, desempeñan un papel en la determinación de la tensión intraocular (TIO).
La TIO se suele medir mediante una prueba de «descarga de aire» en el consultorio de un oculista y es un factor de riesgo importante para la aparición y el agravamiento de glaucoma y el único elemento tratable de la enfermedad.
El año pasado un equipo dirigido por el asesor del Hospital Moorfields de Londres, Ananth Viswanathan, descubrió que las variantes en el gen ICA1, que también interviene en el metabolismo de los lípidos, están muy relacionadas con las cifras de tensión intraocular.
El Sr. Viswanathan dijo: «Los descubrimientos son importantes pues mejoran nuestra comprensión del riesgo de esta enfermedad grave y pueden culminar en mejores tratamientos».
Los hallazgos de estos estudios −y otros dos estudios sobre glaucoma− fueron publicados en Nature Genetics.
En la última investigación, publicada la semana pasada, se comparó a los pacientes con glaucoma con sujetos de control sanos para detectar diferencias genéticas.
El Sr. Viswanathan, quien fue coautor de uno de los estudios, identificó la secuencia de variaciones del gen ABCA1 como un elemento que interviene en la patogénesis de la enfermedad.
Este hallazgo también contribuyó al tercer estudio publicado, remitido por un grupo de científicos de instituciones asiáticas y que investiga las bases genéticas del glaucoma en originarios de Asia oriental.
«Estos estudios no sólo confirman los hallazgos de investigaciones previas, sino el nuevo hallazgo de una repercusión constante del gen ABCA1 en la determinación de la tensión intraocular y el glaucoma, que señala el metabolismo de lípidos como una vía metabólica clave en la enfermedad y en la evolución de la misma», dijo.
Señaló que los trabajos también resaltaban nuevos factores de riesgo asociados. El estudio respaldó la teoria de que el espesor de la cornea, la ventana frontal del ojo, podría estar independientemente relacionado con la tensión intraocular.
«Esto se debe a que descubrimos que variantes del gen FNDC3B, que está relacionado con el espesor de la córnea, intervienen en la determinación de la tensión intraocular aún cuando se tome en cuenta el efecto de sesgo del espesor corneral», dijo el Sr. Viswanathan.
Fuente: doctors.net.uk